1 de junio de 2013

JUNIO










Vuelves una y otra vez,
y siempre me encuentras
esperándote enamorada,
un nuevo amanecer de poesía
indecible me regalas.
Tus verdes y solitarios campos
predicen los frutos de tu tierra,
al asomarse las primeras lluvias ligeras;
abro mi pecho escribiendo versos
que tu inmensurable paisaje me inspira
el viento se lleva mis suspiros,
tiembla la emoción en mis pestañas.
Cuando contemplo extasiada
la divina floresta que me
acoge en sus entrañas,
minutos de Junio voz de lisonjas
bifurcas mi pensamiento,
abriendo mis labios para cantar
alabanzas de agradecimiento.




29 de mayo de 2013

EN VOZ ALTA












¡No me dejes caer al vacío!
¡Sujeta fuerte mis manos!
¡Por favor! No dejes de mirarme,
susúrrame por medio del viento tu amor,
Con el manto plateado de la luna
esconde o borra mi agonía,
que el candor de las estrellas me
regalen siempre una sonrisa,
un toque etéreo necesita
mi compungido espíritu.
En este sendero con abrojo que no se
congele mi alma ni la hiel salpique
mi corazón  que débil desvaría
ante tanto estío,
el abismo y sus sombras de muerte
que aun no me asechen;
aun tengo un caprichoso paraíso
con añoranza blanca que se recuesta
desnuda a furtivas del mundo.
Solo déjame ser una flor esplendente
de la floresta, pero no me sueltes,
que sin ti, muero.


Pintura: Edouard Bisson

21 de mayo de 2013

RUEGO




Dame sosiego
dame la paz que mi alma
tanto anhela,
que mis ojos no se cierren;
el espíritu no se desprenda
de este vehículo mortal.
Sin antes,
reposar unos instantes en
el ceno magistral,
de la calma y buenaventura,
que mis huesos aun no los
invada el frio fúnebre;
alguna mañana,
una  hora cualquiera
mándame un toque mágico,
mientras eso sucede
caminando despacio,
quiero imaginar que de mí,
no te has olvidado.

Pintura: Serge Marshennikov´s

EN ESPERA





Se esparce la luna,
con luz plateada sobre la
húmeda  playa,  diminutas
olas revientan en pies descalzos
que solitarios caminan en la
ribera diamantina.

Con brazos al aire
la voz en alto, declama versos del alma,
que afloran de sus labios
como begonias  con roció del alba.

Con velos transparentes cubre,
su tallado cuerpo de porcelana,
el cielo y el mar la abrazan con
su inmensidad, con añoranza blanca
le musita a la esperanza,
pronto, pronto mi amado distante,
volverá a este seno de barro y miel.

El reflejo de las estrellas sobre las
aguas azul negra iluminan su cara,
el viento ondea algunos mechones,
declamando ríos de palabras,
hecho poesía, espera
hasta sorprenderla la alborada.