16 de agosto de 2013

AMORES






Ya no recuerdo cuantos
días han pasado,
solo sé que aun te espero,
se me escapa la vida;
gota a gota,
pero hay un hilo
claror esperanza en lo más
escondido de mi corazón.

Todas las mañanas en mis
labios un miserere,
mientras el templo de la
naturaleza me absorbe,
desenterrando mí sueño.

que lo eleva con alas azules
bajo todos los cielos;
trascendiendo en tiempo
y espacio,
sé que mi deseo toca tú
pensamiento como una lanza.

En serena quietud,
sin que nadie sospeche nada,
a distancia,
hacemos que graviten,
perfumes de amor.









9 de agosto de 2013

LUZ ETÉREA









Tendida sin fuerzas
sobre el árido asfalto,
bajo el sol quemante
de medio día,
con sonidos de congoja
cojeando el corazón;
los párpados apretados,
arrastras busca el regazo
de la efímera quietud.


Solemnemente una luz
le abraza,
poniendo en el pecho
la esperanza,
interminables raíces
de amargura y tristezas
afloran.


Volcándose a los
asesinos callejeros
de ciudades ácidas,
licuada piedad,
desciende en forma
de escalera.


Ante la mirada absorta
del mísero barro,
con desnudes pagana,
de frente;
le recibe y acoraza.

2 de agosto de 2013

MALTRATO




Tengo palabras, palabras,
que se me escapan al viento,
recónditas dormían,
en recovecos del alma
que desconocía.

Crepitan causadas por tu
bofetón machista que se vuelca
con desdén,
pretendiendo sea mísera
esclava que se postre a tus pies.

Al apuñalar el corazón gritando
improperios olvidaste las horas
pasadas… de ternura y respeto.

Muchas veces recogiendo,
algunas piezas de moral esparcidas
en el suelo,
humillada levantando la cara con
el llanto sin derramar lagrimas,
he dicho… soy mujer digna, no objeto
que se tira al basurero.

Aun con el espíritu compungido,
y las heridas abiertas me he abierto
camino en el fangoso terreno,
que embarro con falacias
mis sentimientos.


 



1 de agosto de 2013

PAÚL REYNALDO





¡Amanecer esplendente!
 Con un beso en la frente
una cándida sonrisa,
 y un te amo puro
mientras corre inocente,
con tierno cariño.

El brillo de sus pupilas
ilumina mis días,
en la palidez de horas
pasadas llegó,
sin imaginarlo a darle
sentido a mi vida.




Con beatitud,
me dirijo al cielo por
enviarme un hermoso ángel
que con su alegria me motiva.

La cálidez de sus pequeñas
manos enternecen
mi corazón,
siendo mi fuerte razón
para ser mejor.




De rodillas y el alma sincera
suplico más tiempo,
olvido las penas
para disfrutar en plena quietud,
mi más preciado tesoro,
que como gema preciosa,
habita mi ser.

El estío y la bruma se acabo,
con mi hijo entre mis brazos
tengo un nuevo sol.