29 de abril de 2015

LLUVIA DORADA






Solo escuchaba los pensamientos,
en silencio y expectativa esperaba en la alborada,
allá…débil  asoma un platillo dorado pálido,
¡Calla, calla pensamiento! Que llega quedito
un feliz caballero.
Por el cielo de Oriente viene poco a poco con luz
refulgente, claros diamantes derramando a su paso.
Se expande de Norte a Sur con traslúcido velo de triunfo,
envuelto trae cantando el corazón de un niño para
entregarlo a las naciones que viven en desamor.
Oro puro diluye sobre la coronillas de todo ser vivo,
le acompañan angélicas melodías,
agradecidas cantan las avecillas.
En alegría se levanta el viento silbando en las colinas
montañas y llanuras, bailando con el pino silvestre
y las ramas de los cedros, la oruga, impaciente se abre
como el lirio y la flor.
Agrestes olas se besan en el denso mar,
apacibles ríos susurran una vez más, con alas ligeras
gigantemente abraza el mundo de día o de noche.
Con aire provincial, la armonía del cielo la tierra y el mar
Cantan,
¡Amaneció y el sol con voz de rey su fulgor regalo!



15 de enero de 2015

NEGRO






Siempre de noche en el alma
todo es negro,
los colores huyeron al desierto,
escarchas de melancolía
golpean el silencio mortal,
sepulcral frio flota
en la atmósfera lúgubre.

Amanece, anochece,
siguen los días como la vida y
todo es catalepsia nocturna,
sin frenos al viento
bajo sombras indómitas,
filazos de desamor
flagelan la espalda,
siniestro olvido a
congelado el corazón.

Incoherente existir,
férvido canto es la soledad,
cadena de colinas el pesar
apabullante angustia,
que apaga el espíritu.

Los recuerdos cuán corceles
corren gritando
desgajando el ser,
el mismo aire se viste de luto,
los minutos se eternizan ante el silicio.

La ninfa y el lirio se han marchitado
enardecidos verdugos, vencieron la alegría,
guerra sin cuartel, sin trinchera.

Orbita incesante la nostalgia,
agonía lenta es buscar vendas intangibles
para la oscura herida,
que no cesa de sangrar.

La pupila clavada en el negro cielo con
intermitentes chispas inalcanzables,
rompen el suspiro.

Rosa rota, cervatillo herido en penumbra,
como las olas buscan la orilla,
banal mente en el alba buscaba… un beso blanco.







6 de diciembre de 2014

PESARES OCULTOS





se apaga en el horizonte
la eterna dorada farola,
rompiéndose el suspiro ante
el ineludible estado de tinieblas,
coronándose como austera noche.
Sombra misteriosa,
sigilosa, muda y traicionera
arrulla,
con alas diáfanas se acerca la
infausta hora,
cascada de pesares,
disfrazados de azucenas,
provocan llanto tras llanto,
con férvido canto,
trizas sin piedad
 flagelan el espíritu,
araña el frio el alma.
 Y en el santuario de alabastro
busco a Dios en el vacío,
con el latido suspendido.
¡Gritando como espectros
trenes de la madrugada!
La gota de la esperanza
yace en el fondo de un pozo
perdido en la densa niebla.




13 de noviembre de 2014

CAMINANDO BAJO SOMBRAS






Vencido el día
se desmaya en los brazos del atardecer,
con las copas vacías de los árboles,
criaturas aladas revolotean,
gritándole al viento.

Un manto negro con intermitentes luces
comienza a cubrir la ciudad,
 y yo…muero un poco más, sin remedio.

Dardos venenosos se levantan del infierno,
demonios tortuosos quieren arrinconar
mi espíritu,
violentas saetas enardecidas sigilosas
se presentan.

Con lágrimas de usurero, zanjas en el alma,
heridas oscuras, a rodillazos, a puntapiés,
jadeando, rompiéndome los huesos,
cada amanecer es un desafío.

Gota amarga es la agonía,
de dolor también se canta, quemando el
exilio doloroso,
vendas que no se rompan busco cada mañana.

Ladrón nocturno es el lobo feroz que llega
hurtando la paz de este mísero barro
que se rompe en el silicio,
vistiendo el aire del más severo luto,
delirante angustia late con más fervor en
el límite de la tristeza.

Como sombra,
arrimada al silencio, el corcel corriendo
en la llanura…es la esperanza.

Un alarido a la luna,
es mi voz de quimera, mi sed, mi dolor al infinito,
sin aliento, arrastras…alzo mi bandera.