8 de marzo de 2018

TERESA











TERESA

Su cabello claro y ondulado,  piel blanca, encantadora bella, pasa sonriendo a los vecinos la hermosa Teresa libre como el viento camina por las calles adoquinadas del pueblo de paredes blancas que le vio nacer hace muchos años.
Desde niña le caracterizo su carisma, al crecer los ojos maliciosos de sus admiradores no la pierden de vista al verla pasar con su perpetua sonrisa.
Sonrisa que la hacía tener luz propia, nadie se atrevía a nada más que admirarla hubo alguien que si se acercó y mucho un hombre mucho mayor que ella, empresario viajero, con dinero obtenido de su trabajo por el mismo no se mantenía mucho en casa.
La enamoro y los que supieron de ese romance le advertían que desistiera, que no les parecía buena esa relación pese a las advertencias se dejó llevar por el encanto que le mostro.
Y se llega el gran día y Teresa deja de ser soltera y pasar a ser la Señora de… se casa con el que posteriormente seria el autor principal de que su hermosa sonrisa se borrara.
Se casa como toda novia enamorada y amada envuelta en su idilio de amor su cándido ser no presagia días tortuosos.
Ya en su hogar como señora, si señora de sus paredes y ventanas nada más, es cautiva de su equivocada decisión, vive sola, sin su primera familia y sin amigos,  ya que su esposo sigue viajando y la deja sola con la cadena enfermiza de los celos.
Desde su boda los vecinos no veían a Teresa por esas calles adoquinadas bañadas de atardeceres plomizos, el buenos días o buenas tardes de sus labios no lo escucharon más.
Hasta que un día recibirían una invitación hasta para personas que no eran cercanas a ella.
¿Teresa? Es Teresa invitando a todo el pueblo a su fiesta de cumpleaños! Como es posible si el esposo es un empedernido celoso.
Pero quiere agasajarla a lo grande,  y devolverle la alegría al pueblo.
Su petición fue… que invitara a quien ella quisiera que no escatimara en comida en gastos quería hacerla feliz y que mejor forma, celebrando su cumpleaños.
Y así se hizo llego mucha gente felices de ver nuevamente a Teresa a la que encontraron con belleza desmejorada por los austeros días en las sombras de su prisión disfrazada de castillo.
Desdicha que automáticamente olvido esa noche al volver abrazar  a su amada familia y amigos que tanto extrañaba, la fiesta se ilumino con su sonrisa, había comida bebida en abundancia era un festejo a lo grande digno de toda una Reyna.
Y como siempre el esposo, ausente, pero esta vez con promesa de incorporarse a la fiesta de su joven y bella esposa los invitados seguían llegando y ella feliz les daba la bienvenida.
 De repente la música de su casa es ahogada al escucharse a media cuadra una estrepitosa banda musical es un mariachi compuesto por muchos hombres con violines, guitarras, trompetas encabezado por su posesivo y celoso esposo.
Avanzaban a paso lento Teresa abrió más sus ojos sorprendida por el detalle que no esperaba, sus días tortuosos y lúgubres se borraron con tanta felicidad que no cabía en su pequeño pecho.
Embelesada corrió abrazar a su amado esposo, pero antes que ella corra, él pide al mariachi que toquen la canción “Teresa” insólito ¡Inesperado! Ante la mirada de toda la gente del pueblo puesta sobre ellos Teresa no alcanza abrazarlo, porque él desenfunda una pistola y a quema ropa un disparo una bala basta para quitarle la vida a la hermosa Teresa, queda tendida en un charco de sangre, a los pies del celoso asesino, su esposo.
Absortos! Atónitos! Conmocionados hundidos en amargo llanto y luto queda la gente que la amaba, ante el inerte cuerpo de Teresa.
El asesino huye a esconderse quedando impune  un feminicidio más en este país, desgraciadamente esta historia fue real en la tierra de San Miguel nuestro país el Salvador.

2 de enero de 2018

MOMENTO DE PAZ











Un rayo de luna será mí
compañía en esta serena noche
de nostalgias,
mi corazón dejare que cierre
cada herida con el murmullo
del sigiloso aire.
Quizás con cantos delirantes
dejare que mi alma sea mariposa,
para que vuele en llanos desconocidos
que se eleve por todo el basto mar
pero no con alas de cristal,
que respire vientos salinos,
que escuche las caracolas y las olas al reventar.
Con sutileza saldré de la prisión,
y al incorporar mis ojos al inmenso cielo
dejare que descienda la gracia divina
para que llene mi necesitado espíritu.



3 de diciembre de 2017

ESPERANDO RESPUESTA






En un recinto puro y olvidado
en la bastedad del tiempo,
con cada átomo de mi cuerpo
te he amado y esperado.
Esgrimiendo la soledad en alabastro,
prodigiosos versos en el camino
he esparcido,
bordeando valles oscuros.
Susurrándole al viento el amor que guardo
bajo la luz plateada de la luna,
el miserere en mis labios
extraído de la entraña.
Con palabra zalamera profanando
el silencio de la madrugada,
arrodillada espero la respuesta
tan anhelada por mi alma,
desde muchas horas ya oxidadas.



8 de noviembre de 2017

YA ES TIEMPO DE VOLVER









La voz del reloj avisa
que es tiempo de
volver a casa,
exhalando un silencio incipiente.

En la ventanilla del tren
se ve la lluvia caer,
un halo de esperanza se postra
al recordar los brazos abiertos de mamá,
su abrazo cálido será mi pan.

Hoy, y no mañana volveré,
después de saldar toda desventura
en mi ultrajada conciencia.

Evoco mis mejores días de infancia
al amanecer,
por un momento me extravié en anchos
mares nocturnos.
Sé, que hoy y no mañana volveré.



5 de enero de 2017

ADIOS






Salí sin ser notada
como penitente de semana santa,
o noche sin estrellas,
mientras reventaban en el asfalto
lágrimas y con ellas los funestos
recuerdos.

Saturado el corazón de tristeza
por la hiriente hipocresía milenaria,
vestida con el mísero uniforme gris
de melancolías,
avanzaba con paso sigiloso
bajo un toldo azul,
llamado cielo.

Susurraba lo que creí perder
sin haberlo tenido,
la cabeza un casco de acero ardiente,
por pensamientos febriles de ayer,
el tic tac del reloj es tormentoso
como los martillazos.

Dagas de oro me incrustaron en el pecho
con atino, mirándome el rostro sin reparar
en la muerte que me causaba,
el parpado pesado ineludiblemente,
en un tiempo de hastió.

El día se enluta para un cortejo fúnebre,
que con lastimera prisa, acentúa una sed
asquerosa al pasar  junto a mi propio ataúd,
la mortaja sobre el alma,
con frio, en el vacío.



12 de octubre de 2016

KARLA


Karla







Karla nació en una palmera
Destronando la belleza de una selva
Que adulándola, le dio el corazón
Del musgo nacido en la piedra
La belleza de las cascada vírgenes
Y la belleza de los rios remanentes que llevan vida
Las mariposas volaron a su alrededor
Para entregarla al reino que habitan las hadas.

Ella teje la vida como la vida misma es
Pero no entiende a los fantasmas,
De unas calles empedernidas de maldad
Ella que solo ingiere bondad, no sabe vivir
Entre las bestias que azotan la rabia de las aceras.

Tímida, solo ocupa el espacio de sus pies
Pero su corazón puede expandirse en el tiempo
Puede volar a través del tiempo, cruzar un charco
Llegar sin barco cruzando un océano.

Hay una mano, una fantasía, un olor, una caricia
Que la inundan desde un catalejo, de alguien que la mira lejos
Son sentencias de cariño, de amor perpetuo, de amor sincero
De alguien que descansaría en su piel desnuda,
Tan solo a cambio de una caricia.

La maldición del poeta, es solo escribir versos, palabras de amor
Sencillas palabras que viajan entre los vientos de la sinceridad
Pero, no se puede escribir un sentimiento, un deseo, no pueden volar
Una caricia no puede ser escrita, para sentirla en el interior de los corazones.

A veces quisiera ser un delfín, que navegara por el cuerpo de Karla
Para conocer todos sus mares, sus océanos, su ríos, sus lágrimas saladas
Entrar dentro de su alma para contemplar sus sentimientos
Nadar entre su cabeza para conocer su dolor.

Quisiera ser delfín, para llevarla ante lo ancho del mundo
Y sentir la belleza de su sentimientos allende de la miseria
Que el mundo nos ofrece, sentir, ver, admirar su ella
Y que agarrada a mi aleta pudiera creer en lo hermoso que es el mundo.

Quisiera darte mi aire, aire puro, recogido de los mares helados
Donde nada ni nadie puede herir nuestra exhalación
Quisiera abrazarte con mis aletas y saltar por encima del mar
Haciendo mil piruetas, para que tus recuerdos se borraran por felicidad.

Karla despierta, acontece en su vida nuevas multiplicaciones
Intenta despertarse, y yo sueño con mojarla con mi aleta
Para que se ría, para que entienda, que en otros confines
Hay sentimientos de ternura, que solo quieren abrazarla
Para decirle, que Karla mujer, eres cariño, belleza, eres amor.

Amor, amor, amor.


Este poema esta dedicado a mi compañera de tantos años KC, se lo dedico con todo mi alma, y pido que pueda superar el trance que está pasando.

Todo mi cariño en estos instantes es para ti.

Besos.

Pol.


Les comparto lo que escribio mi gran amigo pol, que me honra con sus letras.
Gracias !!


Un abrazo cálido.





31 de mayo de 2016

¿Dónde estás ahora?






Pasa pasa, pasa el tiempo
las horas los minutos, los segundos
el camino se hace largo, el andar más pesado,
el sol se esconde, las estrellas vuelven a brillar
regadas en el inmenso manto negro que cubre
 esta ciudad.


La luna se refleja como espejo en un apacible rio,
el viento sigiloso mece las ramas del san Andrés,
¿Sera que fuiste un sueño?
¿O te invente para no sentirme sola?

¿Dónde estás ahora?


Un nudo en la garganta se ha congelado,
el corazón angustiado retiene mil recuerdos y tantas
preguntas sin respuestas.
Un halo de tristeza cubre los días,
densa bruma opaca la alegría,
sabor amargo en la boca…es tu ausencia.


No… no eras imaginación en algún momento sé que
amaste mi alma.
Hay tanto vacío sin tu presencia, mucho quedo a medias,
sueños se rompieron, ilusiones se desvanecieron,
diluida como sal en el inmenso mar;
este silencio sepulcral a petrificado mi alma.

  
Ecos de un suspiro orbitan en la nada,
con  llanto sollozo,
 en la ribera de la esperanza… poza en la alborada. 
Se ahogan las palabras ante la impotencia, el mundanal ruido
se vuelve incoherente,
 desesperado se rasga el espíritu,
ante la desolación de tu partida inesperada.

  
Sin tiempo y espacio, brillantes cristales asoman en las pestañas,
al tardar tu regreso a casa,
entretejiendo los días con apabullante emoción de verte llegar,
la nostalgia escondida en algún rincón del ser,
se torna un corcel sin rienda que lapida sin tregua.


 En la cintura
de la agreste noche fría, con
brazos de hielo cobijan este débil barro;
que en penumbras clama al ángel de la
 misericordia. 


Que descienda… para mí ... para mí,
porque agónicos son los segundos,
intermitentes las memorias,
interminable la pregunta.

¿ Dónde estás ahora?