3 de noviembre de 2012

ANSIEDADES









Persigo huellas que no existen se vuelca el corazón a una desesperación
con imponente dolor humano.
Niebla es la esperanza, a veces creo llegar la final de la montaña abro mis
ojos y otra vez estoy al inicio.
La sombra de los árboles parece me sonríen el  viento me canta en la timidez nocturna.
Efímera ilusión, eterna agonía,
quererte y no tenerte.

QUISE











Quise tantas veces demostrarle cuanto
le he amado de mi mano quería llevarlo,
a un mundo fantástico de pureza y amor sano.

Tal vez nunca lo cepa quizá cuando regrese mis
labios estén sellados, mis brazos entrelazados,
sobre mi helado e inerte pecho.