En una habitación
austera,
una vieja mesa ,
humea una tasa con café,
sonetos y poemas
sueltos
relatos incompletos;
tinta y papel
dispuestos.
Silabas y consonantes
se encuentran
formando versos,
concatenándose como
rompe cabeza.
Poeta,
bohemio exiliado,
amor expuesto al
viento,
que vagas en el
anonimato
repartiendo
sentimiento,
pasión y protesta.
Solidario al dolor
ajeno
libre pensador, muchas
veces sin
reconocimiento,
con la cara a la brisa
fresca
vuela tu pensamiento,
desvistiendo el alma
con
letras de fuego.
Despertando a los
ángeles
que yacían
en la hondura bruma,
hoguera de sentires
plasmas
viendo el espectáculo
que
ofrece el día a día,
dentro y fuera de tus
fronteras.