26 de enero de 2014

AGOTADA Y TRISTE





Ha terminado otro día
chispeantes luces plateadas
iluminan el cóncavo cielo,
mi ojo clavado hacia arriba
 con el alma en agonía;
digo, otra página de mi libro
queda vacía.

He caminado tanto que a mi
derecha e izquierda,
me han acompañado fantasmas
del pasado,
los he ignorado para no fortalecerlos
en mi arduo andar.

Con reseca boca bajo el sol
de mediodía visualizo un oasis
corro hacia él,
ya… sin aliento al intentar beberlo,
solo, solo es un espejismo.

Abrumada por el chasco,
a la escasa sombra de un árbol
 liquido salado inunda mi cara,
 con el deseo mohecido… cementerio
 de sueños y anhelos a la espalda.

Flotando de frio y desesperanza,
  con lágrimas insensatas me acurruco,
 exhalando suspiros al viento.