15 de junio de 2018

DOLOR DE MADRE






Dedicado a una querida amiga. 





Bajo un trillón de estrellas
estoy con el ojo nublado de tanto llorar tu ausencia
en mi mente te abrazo eternamente,
 con mi alma beso tu impecable y delineada sonrisa.

Con el corazón en jirones, muero cada día esperándote
mi vida se suspendió al no escuchar más tu voz,
creo flotar de pena y dolor con tu espacio vacío.
no hay nada que consuele mi espíritu.

El día que me dijiste adiós en silencio
ni siquiera sospechaba que estabas despidiéndote,
tu partida repentina rasga mi alma,
estoy en una eterna noche vacía.

Deambulo en este mundo solo con tu recuerdo,
 estrujada en un calvario indecible,
 tragedia mezquina que me ha desarmado,
tengo la esperanza de verte en un pomposo sueño.

De esos largos y hermosos de los que no quieres despertar,
 así quizás aliviaría este sufrimiento,
he trenzado la nostalgia con lágrimas de sangre
que como vidrios corta mis venas.

Débilmente trato de reinventarme pero vuelvo
al punto de partida,
ataviada de gris busco la deidad suplicando consuelo,
se quebró mi razón y en el más absoluto silencio
digo… que puedo hacer?

Contemplo tu imagen en papel  llevándola a mi pecho
que parece tambor acelerado,
siento caer en un acantilado al extrañarte tanto tanto
que ya nada tiene sentido para mi… sin tu presencia,
hijo amado.


14 de junio de 2018

EN EL MAR





Gritan las gaviotas
sobrevolando el mar,
las olas besan la arena y
lentamente se regresan se levantan
una y otra vez y así se repite el ritual.
El sol ilumina la playa,
dorado esplendoroso es el atardecer,
el viento salino ondea las palmeras,
poco a poco el día se sumerge en el horizonte.
Añejos cantos de caracolas
susurran en burbujas de espuma,
ya en el pálido atardecer
la luna tímida asoma.
En la oscura lejanía,
sobrecogida entre el cielo y el mar
las intermitentes estrellas posan
como elegante orquesta de gala.
Sobre la noche fría y escarchada de roció,
horas de plata serpentea sobre el agua,
los marineros se han ido todo es rotunda calma.
He llenado mi vacío con las melodías marinas
nutrida de silencio y paz en el alma,
me he escondido en el alba
de mi propio mundo amedrentado.
caí en dulce sueño en la orilla
los suspiros son nada,
pequeña soy ante tan maravillosa naturaleza
que me inunda traspasando mi ser.