13 de noviembre de 2014

CAMINANDO BAJO SOMBRAS






Vencido el día
se desmaya en los brazos del atardecer,
con las copas vacías de los árboles,
criaturas aladas revolotean,
gritándole al viento.

Un manto negro con intermitentes luces
comienza a cubrir la ciudad,
 y yo…muero un poco más, sin remedio.

Dardos venenosos se levantan del infierno,
demonios tortuosos quieren arrinconar
mi espíritu,
violentas saetas enardecidas sigilosas
se presentan.

Con lágrimas de usurero, zanjas en el alma,
heridas oscuras, a rodillazos, a puntapiés,
jadeando, rompiéndome los huesos,
cada amanecer es un desafío.

Gota amarga es la agonía,
de dolor también se canta, quemando el
exilio doloroso,
vendas que no se rompan busco cada mañana.

Ladrón nocturno es el lobo feroz que llega
hurtando la paz de este mísero barro
que se rompe en el silicio,
vistiendo el aire del más severo luto,
delirante angustia late con más fervor en
el límite de la tristeza.

Como sombra,
arrimada al silencio, el corcel corriendo
en la llanura…es la esperanza.

Un alarido a la luna,
es mi voz de quimera, mi sed, mi dolor al infinito,
sin aliento, arrastras…alzo mi bandera.