29 de abril de 2015

LLUVIA DORADA






Solo escuchaba los pensamientos,
en silencio y expectativa esperaba en la alborada,
allá…débil  asoma un platillo dorado pálido,
¡Calla, calla pensamiento! Que llega quedito
un feliz caballero.
Por el cielo de Oriente viene poco a poco con luz
refulgente, claros diamantes derramando a su paso.
Se expande de Norte a Sur con traslúcido velo de triunfo,
envuelto trae cantando el corazón de un niño para
entregarlo a las naciones que viven en desamor.
Oro puro diluye sobre la coronillas de todo ser vivo,
le acompañan angélicas melodías,
agradecidas cantan las avecillas.
En alegría se levanta el viento silbando en las colinas
montañas y llanuras, bailando con el pino silvestre
y las ramas de los cedros, la oruga, impaciente se abre
como el lirio y la flor.
Agrestes olas se besan en el denso mar,
apacibles ríos susurran una vez más, con alas ligeras
gigantemente abraza el mundo de día o de noche.
Con aire provincial, la armonía del cielo la tierra y el mar
Cantan,
¡Amaneció y el sol con voz de rey su fulgor regalo!