20 de octubre de 2012

CLARIDAD






Acurrucadita en la ribera de
un transparente rio amanecí
un día de Agosto.

Viendo mi reflejo en la diáfanas
aguas que inevitables corrían
adheridas a su cauce.

Era tan inmensa su pureza que
no sabía diferenciar cuál era el
cielo o la tierra.

Rodeada de Líbanos cedros y
viejos conacastes, danzaba con pies
descalzos con mi cuerpo cubierto de
velos trasparentes, acompañados de
orquídeas y azucenas

Admirando el celeste cielo diferentes
especies de aves su concierto mañanero
entonaban, mientras daba gracias a la vida
por tan brillante día.

Mi danza detuve bajo un frondoso laurel
riéndome del pasado, solo en el recuerdo
quedaba la taberna que me tuvo esclava.

¡Caminaba! ¡Corría! ¡Saltaba!
sobre la hierba mojada, hilos de plata
entre la densidad de los árboles se colaba.

¡Tulipanes! ¡Blancos! Nooo!! ¡Rojos!!
¡Amarillos!¿Cuales llevo? ¡Todos!

disminuí el paso, llamo toda mi atención
una esplendorosa luz.

¡Absorta!¡Extasiada!
Me encontré en un inmenso espacio abierto
predominando en el lugar rosas de diversos
colores amapolas, margaritas, crisantemos,
nardos, flores que mi ojo no conocía.

Un fresco manantial con suave susurro les
hacia compañía, una lluvia dorada les envolvía.


Era tanta mi algarabía interna que parecía que
con alegría la naturaleza me recibía.

Excitada de toda esta maravilla,
caí sobre mis rodillas en posición agradecida
con alabanzas en mis labios, una densa y
cegadora claridad me cubría.

















¡Desperté!
con el corazón cantando
el alma y espíritu al unisonó
danzando regidos con alto
sentido de vivir mis días gozando.

Mi pecho impaciente soltó
melodías ardientes que dormían
milenariamente.

He sido paloma musical volando
en libertad esparciendo lluvia de
notas cargadas de buena ventura.

Sin justicia camine por largos días
hoy un manantial inagotable la
vida me ha regalado.

Cantare en versos y canciónes que
tú me sacaste de las tinieblas que
me tenían cautiva ciega y aturdida.


Me abriste los ojos separándome
del eterno sueño tú, viniste a mí
sin pedirlo haciendo bien.

Vi el afán del celeste cielo tu sonrisa
y tu mirada ante mí; No eres fantasma
o simple silueta, eres real!!

Con sutileza amaste lo perdido dando
color y sentido al guiñapo humano
que yacía en el exilio.

Tú sin conocerme siendo una extraña
me descubriste, con voz ceñida y filo
ardiente llegaste marcando mi existencia.

Tu presencia surgió de un silencio que ni
siquiera imaginaba,
se asomo en verso en poesía,
levantándome otra vez a la vida.

El viento trajo tu voz canción a mis oídos
endulzándome todos los sentidos,
embriagándome el ser.

¡Le gritare al mundo!
¡Que estoy viva!
¡Que estoy viva!
¡Cantare ¡ ¡Escribiré! ¡Declamare!

Que no eres espejismo, que aquí
o allá existes!! Eres realidad! Que ha
venido a llenarme de felicidad.

Que el amor volvió a mí, en ti,
dibujando en mi rostro una perpetúa
sonrisa que tú eres lo que precisaba
desde ya tiempo.






ME VOY













¡Parece mentira!
muchas veces bese tu
frente tus manos y labios.

No sé nada de la vida
pero a tu lado aprendí
a vivirla.

Como copa vacía me encontraste
y tus besos me salvaron
de la total ruina.

Era mucha la soledad y el
desámparo, tus abrazos me
llenaron como aguas frescas
de un tranquilo rio.

Inmensa tu presencia en mis
días profunda tu sonrisa en mis
débiles horas.


¡Nada podrá separarnos!
decía el alma mía
mis quejas ya eran baldías
las noches infinitas.

Los pozos de nostalgia
llenos fueron de extrema
alegría el dolor y sus fatigas
huyeron un día.

Bajo claros de luna hablábamos
de beso en beso y tras abrazos,
hacíamos nuestro el universo.

Planeábamos nuestro único
y mejor proyecto hacer nuestras
vidas una sola.

Soñábamos viendo nuestro
futuro ya envejecidos,
pero juntos, amándonos hasta
el fin de nuestros días.


¡Pobrecita mía! ¡Qué sorpresa!
inesperada la que ese día
recibía.

¡Me voy ¡
dijiste temblando la voz
y ojos cristalizados.

¿Cómo! ¿Por qué?
Merezco una explicación recuerda
de donde me levantaste no me
dejes peor.

No tengo explicación, solo me voy
en su momento me daras la razón
sin reparos en mil pedazos se rompía
mi corazón.

Partió de mi lado sin volver la mirada
atrás valientemente avanzo,
y yo cobardemente como niña tirada,
sola otra vez, lloraba mi desdicha.


Una dulce mañana de verano volví
a escuchar las inflexiones de
su voz diciendo, aquí
estoy solo para ti!!

Olvidando los jirones del alma y las
amargas lágrimas causadas al marcharse,
con refulgente y delineada sonrisa
le recibí y con grande abrazo le despedí.

Sorprendido pregunto?
Que paso en mi ausencia? Nada!! Solo
me enseñaste a vivir sin ti.
Y hoy soy yo quien dice, me voy.