29 de septiembre de 2013

TRISTEZA




Gimiente era la tarde,
cuando ante mi pupila
desapareciste,
sollozaba en silencio
mi alma, sabiendo que no
volverías.
Insulsa noche, fárrago de memorias
deambulando.
Incipiente soledad sus pestañas asoma,
despojando el espíritu de alegría
hundiéndome en el estío,
muriendo por dentro.