7 de mayo de 2013

TRISTEZA PERENNE









Se agolpan los días,
cargados de áspera rutina,
vertiente incesante es  la
cruda melancolía,
al ver hacia atrás las tristes
horas perdidas,
en conflagración interna y
extraviada en las veredas de
falsas ilusiones,
me postro en penumbras
con la luna ausente, mi plegaria
desesperada se desprende de
mi corazón al viento.
Los vidrios en el alma
Agudizan la pena volviendo
la existencia aun más lastimera.





Pintura: Lee Bogle


                                                     

30 de abril de 2013

MISERABLE











Se alzan erguidos,
las copas de los árboles,
procurando el beso del
inmenso cielo.

Camino sin
perdón sin sosiego,
los brazos del recuerdo
desvisten mi alma,
con lagrimas de hambre
escarbó mi abismo, luz
de las sombras, tiempos idos,
castigados por las hieles de la vida.

Arcilla en el espíritu, mares de inquietudes,
jirones de existencia,
retazos del corazón esparcidos
en el asfalto, destruida en el
campo de guerra, mis enemigos
rinden culto de alegría
por  mi tragedia.

La luna triste mira mis noches
de insomnio y soledad,
en larga meditación,
descubro que nací con alas de cristal.



Pintura: Ro Di Scenza


26 de abril de 2013

DESNUDA









Suave brisa acaricia mi cara en la mañana
disfruto sus besos mientras ondula la melena,
el nubarrón sumiso cede paso a los
imponentes rayos dorados,
serena con sonrisa afable saludando
a los caminantes inicio otro día.
Muchas veces sin saber cuál es el sentido
de mi efímera existencia, en realidad furtiva,
languidece lento mi espíritu.
Camino largo con abrojo he andado descalza,
a veces desnuda carente de armadura,
desarmada, la tempestad el torbellino en el
suelo me han dejado humillada tragando el polvo,
con lagrimas he calmado la sed de justicia,
sollozando y con miedo… despacio levanto mis
ojos al cielo y grito, ¡Por favor! ¡Por favor!
Tú que miras desde arriba,
Regálame un instante de paz, si es un castigo
ancestral te pido perdón por mis antepasados,
que la bruma perenne se diluya o busque otro sendero;
que se reviente el lastre que me ha quebrantado,
mi pupila abierta vigila en la madrugada, obviando
saetas torturadoras que se levantan  y  me rodean,
nimio soy y quizá pido mucho, es tan honda la pena
y el dolor que mis piernas están débiles para seguir firmes,
sangra el alma con mil heridas abiertas,
insoportable, insoportable es la penitencia,
que el Ángel Gabriel baje y me diga,
has aprobado la prueba.