Tengo la memoria clara
con muros de anhelos,
solo a mí, tu figura eriges,
entre letras y
canciones
tu pensamiento de
hombre,
en papel blanco y
lienzo virgen
escribes y pintas tus
íntimos
sentires,
tu sutileza viaja
empapando
el alma, albergándose
con dulce calma.
Despacio derramas tu
vino,
calmando mis ansias;
de tu mano bebo el
cáliz,
todas las mañanas,
en la orilla callada
de esta distancia.
Felicidades amiga, excelente poesía, tqm
ResponderEliminarMuchas gracias Virgilio,
ResponderEliminarpor tu grata presencia en este
espacio lleno de cariño.
Un cálido abrazo.