Vencido el día
se desmaya en los
brazos del atardecer,
con las copas vacías
de los árboles,
criaturas aladas
revolotean,
gritándole al viento.
Un manto negro con intermitentes
luces
comienza a cubrir la
ciudad,
y yo…muero un poco más, sin remedio.
Dardos venenosos se
levantan del infierno,
demonios tortuosos
quieren arrinconar
mi espíritu,
violentas saetas
enardecidas sigilosas
se presentan.
Con lágrimas de usurero,
zanjas en el alma,
heridas oscuras, a
rodillazos, a puntapiés,
jadeando, rompiéndome
los huesos,
cada amanecer es un
desafío.
Gota amarga es la
agonía,
de dolor también se
canta, quemando el
exilio doloroso,
vendas que no se
rompan busco cada mañana.
Ladrón nocturno es el
lobo feroz que llega
hurtando la paz de
este mísero barro
que se rompe en el
silicio,
vistiendo el aire del
más severo luto,
delirante angustia
late con más fervor en
el límite de la
tristeza.
Como sombra,
arrimada al silencio,
el corcel corriendo
en la llanura…es la
esperanza.
Un alarido a la luna,
es mi voz de quimera,
mi sed, mi dolor al infinito,
sin aliento,
arrastras…alzo mi bandera.
Bellísimas y profundas letras en tu poesía.
ResponderEliminarCondesa muchas gracias por tu grata presencia.
EliminarSaludos cordiales
Precioso, la letra, la música, la presentación... belicismo. Felicidades.
ResponderEliminarUN saludo....
llorenc agradezco tus gratificantes palabras
Eliminareres muy amable por tu tiempo.
Saludos cálidos.
Amiga mía que buen rato de lectura me has regalado esta mañana con la poesía que verdaderamente me gusta, porque sale del alma con fuerza, profundidad,... que transmite y llega.
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