Con sonrisa de placer
cerraba los ojos bajo la
moribunda luna,
deslizando su vos al oído
estrujando así… un gitano corazón.
Con arado de caricias se arraigo
por todas las esquinas en la orilla
callada de la madrugada,
milenarios y bruscos anhelos,
aguardan en las místicas alas
de eso que se llama esperanza.
Impredecible su presencia
con efecto narcótico,
incrédula silueta en el alma
electrizando todos los instantes
en la cintura
de la misma existencia.
Sortilegio de caprichos intermitentes
en la sombra de la eternidad,
se derrite la resistencia
en la calle de geranios que a
pulso
transparente construye con un beso,
coro de poesía lleva prendido en sus labios.
Los revolucionarios pensamientos
volaron como enemigos ante las
ufanas
campanas sonando en su pecho;
derribo la puerta para que entrara
y en el espejo de la verdad centre los ojos
y por alguna razón que no se
explicar,
no volví a salir.