Pesan tus recuerdos
en mi memoria,
como tesoros guardados están
tus besos y caricias,
¿Qué voy hacer hoy que
no estás?
Débil cervatillo soy
con tu
eterna ausencia,
¡Contéstame por favor!
dime que es un mal
sueño;
quedito al oído quiero
escucharte,
despierta, despierta…
aquí estoy,
contigo cariño mío.
¿Qué hago con tanto
espacio
vacio en nuestra casa?
En los pasillos flota
tu aroma,
impregnada tienen tu
presencia
y en mi alma se quedo
tu esencia.
Al marcharte olvidaste
mucho,
me dejaste…con la
tortura de no tenerte,
no preguntaste si
quería acompañarte,
y así que juntaran
nuestras cenizas.
¡Bendita inquisición!
al suplicio que vivo
en este infierno de
desesperanza y lenta
agonía,
en el buro están tus
cartas,
ocurrencias y risas.
Solitarios y
nostálgicos mis días,
mis cenas son lágrimas
y desdicha;
rendida de llorar me
duermo
sobre la mesa,
esperando que tus brazos otra vez
me envuelvan.
Al consumirse la
madrugada,
en la cortina de la
ventana veo;
deslizarse una silueta
y creo escuchar
todas tus pisadas,
con la boca reseca
¡Grito tu nombre!
esperanzada corro a
buscarte, volviendo
a mi realidad
encuentro meciéndose
una débil rama
La miel se evaporo mi
copa está vacía,
mi alegría como rosa
al final del día esta marchita,
solo quiero muy pronto
alcanzarte.