No volveré a llorar como
ayer
hasta la última letra de
tu nombre olvidare,
podrá las rosas de mi
jardín marchitarse
y los pájaros
ausentarse,
el viento seguirá
golpeando el cristal de mi mustia ventana,
los días seguirán su
curso,
el sol no dejara de brillar.
La risa de tu mentira se turbara
por el vino chispeante de tu soledad,
embriagado con el
ajenjo de amargura, una
y otra vez me llamaras,
entonces …entonces solo
seré un recuerdo que te habitara
sin tregua hasta el fin
de tus días,
Y yo… no volveré a
llorar como ayer.