6 de diciembre de 2014

PESARES OCULTOS





se apaga en el horizonte
la eterna dorada farola,
rompiéndose el suspiro ante
el ineludible estado de tinieblas,
coronándose como austera noche.
Sombra misteriosa,
sigilosa, muda y traicionera
arrulla,
con alas diáfanas se acerca la
infausta hora,
cascada de pesares,
disfrazados de azucenas,
provocan llanto tras llanto,
con férvido canto,
trizas sin piedad
 flagelan el espíritu,
araña el frio el alma.
 Y en el santuario de alabastro
busco a Dios en el vacío,
con el latido suspendido.
¡Gritando como espectros
trenes de la madrugada!
La gota de la esperanza
yace en el fondo de un pozo
perdido en la densa niebla.




13 de noviembre de 2014

CAMINANDO BAJO SOMBRAS






Vencido el día
se desmaya en los brazos del atardecer,
con las copas vacías de los árboles,
criaturas aladas revolotean,
gritándole al viento.

Un manto negro con intermitentes luces
comienza a cubrir la ciudad,
 y yo…muero un poco más, sin remedio.

Dardos venenosos se levantan del infierno,
demonios tortuosos quieren arrinconar
mi espíritu,
violentas saetas enardecidas sigilosas
se presentan.

Con lágrimas de usurero, zanjas en el alma,
heridas oscuras, a rodillazos, a puntapiés,
jadeando, rompiéndome los huesos,
cada amanecer es un desafío.

Gota amarga es la agonía,
de dolor también se canta, quemando el
exilio doloroso,
vendas que no se rompan busco cada mañana.

Ladrón nocturno es el lobo feroz que llega
hurtando la paz de este mísero barro
que se rompe en el silicio,
vistiendo el aire del más severo luto,
delirante angustia late con más fervor en
el límite de la tristeza.

Como sombra,
arrimada al silencio, el corcel corriendo
en la llanura…es la esperanza.

Un alarido a la luna,
es mi voz de quimera, mi sed, mi dolor al infinito,
sin aliento, arrastras…alzo mi bandera.

30 de agosto de 2014

QUIMERA


Prendida de la nostalgia
vaga intermitente la esperanza
en acantilados remotos,
frio que flota,
boca reseca,
ojos en el pasado tempestuoso,
suspiros  vánales al viento,
lagrimas insensatas,
todo por evocar un triste recuerdo.

Llega sin previo aviso
de largos caminos,
dejando bruma en el alma,
en harapos el espíritu,
miserables segundos,
asfixiante existencia,
siniestros ligados latidos
golpean el pecho.

De tinieblas heladas rodea
la carne que tiembla ante
la inminente y mezquina soledad,
en callejones oscuros
se pierde el pensamiento,
a veces anhelando
el cielo azul entre los dedos.

Hechizada de dolor,
ante mi…una efímera luz dice
que pronto… amanece.