Dame sosiego
dame la paz que mi
alma
tanto anhela,
que mis ojos no se
cierren;
el espíritu no se
desprenda
de este vehículo
mortal.
Sin antes,
reposar unos instantes
en
el ceno magistral,
de la calma y
buenaventura,
que mis huesos aun no
los
invada el frio
fúnebre;
alguna mañana,
una hora cualquiera
mándame un toque
mágico,
mientras eso sucede
caminando despacio,
quiero imaginar que de
mí,
no te has olvidado.
Pintura: Serge Marshennikov´s