15 de abril de 2012

PESAR



Una pesadumbre aguda se a hinconado
en mi pecho, un demonio claro de
perturbación, a llegado entorpeciendo
mi espiritu entristeciendome el alma.

Invisible se me vuelve la dicha
lejana la alegria,
se duerme el sol en pleno verano,
prematuro es el invierno y no tengo
trinchera para guardarme del
mal tiempo.

Frio tiene mi alma,
y helado esta mi corazón,
con lagrimas de amargura
maldije mi dolor.

Quiero decir tantas cosas que tengo
escóndidas, encrústadas en el túetano,
un torbellino me ha sacudido dejándome
en la oscuridad.

El vertigo del pesar
a borrado mis memorias buenas,
esta por entrar la noche,
y no tengo sosiego en mi corazón.

Vengo de un camino áspero
de sombras y tragedias,
los brazos de la muerte me han
abrazado y su cruel sonrisa me grabado,
restándome a los que he amado.

Sollozando de silencio en silencio voy
caminando, a la orilla de mi mar los
barqueros ván cántando y digo
¡Que felices esos hombres ván!

¿Me pregúnto? ¿porque yo no puedo cántar?
una melodia que endulce mi existencia
un instánte.

A fúrtivas a media noche en compañia de
la inseparable solédad,
he rumiado dias de felicidad,
rogándo implorando al cielo que un dia
no muy lejano... se me hagan realidad.

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