19 de septiembre de 2012

MI PRIMER HEROE









Con beso casto le despedía todas las mañanas
con grande inocencia pedía al cielo lo guardara
en las horas de ausencia.

Mi diminuto corazón se rompía como débil cristal
si alguien se expresaba mal de él,
corría con lagrimas en los ojos a buscarlo lo encontraba
y en sus fuertes brazos lloraba.

¿Qué te pasa? Preguntaba ¿Qué te pasa mi niña? en sus
brazos me levantaba y pegada a su pecho más lloraba.

Inútilmente trataba de ver mis ojos sonreía y abrazando
mi débil y pequeño cuerpo besaba mi frente y decía
mi niña mi niña no estás sola.

Con angustia inevitable en el portal del colegio
ansiosa lo esperaba cuando tardía era su llegada, no vendrá
me decía una compañerita
¡Claro que sí! Llegará, ha prometido ¡Nunca faltarme!
porque soy su niña.

Perdóname perdóname me dijo esa tarde sabes que
siempre vendré por ti verdad? Pase lo pase siempre
caminare contigo.

Como dos enamorados mi pequeña manito tomaba la
suya mientras le platicaba y andábamos rumbo a casa.

Bajo densa lluvias a veces avanzábamos protegiéndome
del mal tiempo sin impórtale mas tarde enfermara
su cuerpo.

Vigilias forzadas vivimos cuando enfermaba a mi lado
estaba hasta el amanecer tratando de mitigar mi dolor.

En fin de semana con mas tiempos para los dos,
sentada en sus piernas por ser aun muy pequeña, afeitaba
su espesa barba cubriendo la mistad de su rostro con
espuma blanca.

Desde muy niña siempre me embargo la vergüenza siendo
él único hombre que amaba con inocencia.

Un día la madre naturaleza siguiendo su trayectoria me
convirtió en damisela y él con sonrisa nerviosa dijo mi niña
ya es una mujercita sobre cogida de pena baje mi cabeza.

Pasaron algunos años y con ellos sus fuerzas iban menguando
pero siempre me decía no olvides que soy tu único amigo.

Después de nuestros afanes diarios siempre como enamorados
en la plaza por las tardes después de un beso y abrazo
caminábamos tomados de la mano rumbo a casa, yo una mujer
y él ya con el pelo cano.

Nunca había visto en sus ojos tanta furia una severa mirada que
me condenaba al enterarse que su niña hecha mujer estaba
enamorada.

¡No puedo creer! El bebé blanquito como nieve que con tanto
amor arrulle hoy quiere volar de mis brazos
pero esa es la ley que en su momento se vuelve lastimera
y es inevitable.

vuela vuela palomita vuela pero siempre recuerda soy tu
único amigo tenemos muchos testigos mudos que presenciaron
este gran amor juntos.

Inexplicablemente la vida separo nuestras manos materiales
me quede en el denso camino avanzando sola.

He caminado añorando su presencia llorando su ausencia
recordándolo siempre ,que tomada de sus manos bailando
tango me dijo, nunca olvides estos pasos que con tu único amigo
has practicado.

Con el espíritu estrujado y gritando al cielo busco su mirada
deseando nunca soltara mi mano.

Sé que siempre ha caminado a mi lado.
Recuerdo el portal de mi colegio cuando me dijo: que siempre
caminaría conmigo.

He buscado banalmente con el alma desprendida y agonía saber
donde yacen tus restos mortales papá.







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