La voz del reloj avisa
que es tiempo de
volver a casa,
exhalando un silencio incipiente.
En la ventanilla del tren
se ve la lluvia caer,
un halo de esperanza se postra
al recordar los brazos abiertos de mamá,
su abrazo cálido será mi pan.
Hoy, y no mañana volveré,
después de saldar toda desventura
en mi ultrajada conciencia.
Evoco mis mejores días de infancia
al amanecer,
por un momento me extravié en anchos
mares nocturnos.
Sé, que hoy y no mañana volveré.
Recuerdos y nostalgias, las ausencias sun duras, pero el regreso sera un nuevo universo..
ResponderEliminarUn abrazo Karla..
Gimenez mil gracias por estar atento a estas letras
Eliminarque con humildad y cariño les comparto.
Un abrazo cariñoso.
Ya se te echaba en falta, pero hay que volver cuando se está preparado y nuestro interior nos lo pide. No te vuelvas a extraviar por esos anchos mares, que te esperamos hoy, mejor que mañana. Un abrazo
ResponderEliminarana muy agradecida con tu presencia en este lugar que con cariño les comparto, si tratare de no extraviarme, gracias por extrañarme y esperarme, eso se lleva en el corazón.
EliminarUn muy cálido abrazo.