AMANECE

 

Amanecí con la pupila al oriente,

abrazo la vida y canto esparciendo

la voz al viento.

Abriendo el cielo glorioso y así;

propiciando lluvia de pétalos  fragantes,

el sol sonriente me arrulla,

iluminando el sendero que mi sandalia

ensanchada sin cuitas conquista.

ATARDECER

Te regalo este atardecer dorado,

para compartir nuestras vidas.

 Caminando

descalzos en la arena mojada,

daremos gracias a la vida tener

un amigo que te abrigue el alma.

CONFLICTOS

Hay caminos cuajados de armonía,

nutridos de esperanzas e ilusiones

¡oh alma mía! Que mis pasos sean

guiados a estos senderos de alegría.

He cruzado predios de la vida; algunas

veces sin protestar,  otras con franca

sinceridad me he quejado al verme en

cataclismo asolador.

En los encrespados oleajes de existencia

ha sangrado mi alma exprimida por  la 

melancolía.  Muchas veces se desgajó

mi calendario al recibir infaustas noticias,

eclipsándome los días.

He tejido rimas en la sombra, liras de cristal

he plasmado, e inmortalizando amores de

ensueño la flor de la mañana canta el

verso de poesías románticas.

Muchas veces he cerrado los ojos al

despuntar el alba; pero antes en mustia

plegaria he suplicado

tener un solo día en calma.

INSTANTES

Hay un inmóvil cielo que me bendice diario,

vomita luz dorada, y plateada al caer la noche

con la sombra trae un copioso fulgor,

de la luna y estrellas.

Todos los rios en envidiable quietud se deslizan

con tenue sonido,

canta y ríe todo ser viviente, el aire se agita y la

naturaleza se aviva.

La materia humana sueña una canción,

vibran anhelos volátiles en la alborada como,

ardiente primavera de una mujer enamorada.

OLVIDAME

Nimio en tu mundo

Una estela de tu pasado y presente,

si el sol de tantas mañanas te sorprende

evocando mi imagen, ya abórtame échame

de tu  austera existencia que el camino que te

dirige a mí se borre, cuando en tus días me

busques no me encuentres.

Jirones de fuego serán tus lágrimas,

sandalia errante calzaras, tus oídos jamás

volverán a escuchar mi voz, pronunciando

tu nombre ojala la muerte me alcance antes

para no verte ni en pueril pensamiento,

que tu mirada hiriente y triunfante un día

se acabe.

ANOCHE

Bajo el cielo nocturno

un suave viento se entre mezcla

en la marejada de mis pensamientos,

un manto plateado me cubría,

mientras con ojos cerrados volaba

 para vivir en ti, dentro de tu piel siempre.

Allí donde las sombras se levantan cautiva

soy de los rayos de luz que hay en tus ojos,

desgarras mis desvelos,

crucificas mis furtivos deseos,

no hay un final solo un infinito que se mueve

en un mágico espiral,

donde vivo y muero