La tarde se desmaya,
en la esquina,
pajareando tristezas,
instantes de poesía y
unción,
frente al espejo de
fantasía
ansió tu querer,
la lluvia sacude las
hojas
de los árboles,
tu ausencia… aniquila
mis días.
Titilando ilusiones en
mis
horas tempranas,
desmigajando sueños,
caminando
tomada de tu mano,
me abro espacio a
diario;
desafiando lo
abstracto.
Con un beso al viento,
el espíritu gimiendo
en silencio,
gritando al cielo,
deseando muy pronto,
abrazar tu
cuerpo.