Ya no recuerdo cuantos
días han pasado,
solo sé que aun te
espero,
se me escapa la vida;
gota a gota,
pero hay un hilo
claror esperanza en lo
más
escondido de mi
corazón.
Todas las mañanas en
mis
labios un miserere,
mientras el templo de
la
naturaleza me absorbe,
desenterrando mí
sueño.
que lo eleva con alas
azules
bajo todos los cielos;
trascendiendo en
tiempo
y espacio,
sé que mi deseo toca
tú
pensamiento como una
lanza.
En serena quietud,
sin que nadie sospeche
nada,
a distancia,
hacemos que graviten,
perfumes de amor.